MEMORIAS DE LOS EMBAJADORES
FELIX VALENCIA
Embajador de la Cultura Quechua, nos cuenta:
“En mi pueblo, el despertador es el canto del gallo, exactamente a la 4.00 a.m. comienza a cantar, y todos nos levantamos.
Las niñas junto a su madre preparan el fiambre que los hombres llevarán al campo para el refrigerio y los niños ayudan a sus padres a alistar las herramientas que los campesinos usan para el trabajo. A las 7:00 se dirigen todos a su trabajo.
Los niños que tienen que estudiar tienen que salir muy temprano, a las 6:00 ó 6:15 ya que tienen que caminar de 7 a 8 km. que son dos horas de camino, para poder llegar a tiempo a nuestro colegio. Cuando vamos al colegio tenemos que pasar cerros, ríos y otros lugares muy difíciles. “Cuando llegaba a mi colegio me sentía muy cansado de caminar tanto”.
Allá en mi pueblo se estudia todo el día, de 8:00 a 3:30 de la tarde. El refrigerio es de 1:00 a 2:00 de la tarde. En mi pueblo los niños no tienen propina, porque cuando alguno le dice a su papá o mamá que quiere propina, éste le dice “Acaso no te doy tu desayuno, ¿para qué quieres plata?”. Los niños que viven muy lejos llevan su almuerzo.
En mi pueblo jugamos a la paca paca, lo que acá en Lima se llama las escondidas.
En mi pueblo no hay luz eléctrica. En la noche encendemos velas. No usamos kerosene porque hace daño a la vista.
El saludo es muy importante. Si uno saluda, entonces sabemos que respeta a la gente, pero si no saludas eres un malcriado. El niño que no saluda hace quedar mal a su familia, la gente dice que seguro sus padres no les enseñaron a saludar.
En mi pueblo, si quieres ganarte el respeto de todos tienes que ser solidario y así todos te admirarán.
De donde yo vengo, todos trabajamos en conjunto, los papás, mamás y los niños, nadie se queda sin hacer nada. Todos los domingos hay debates en el pueblo para ver como nos ha ido.
En mi pueblo practicamos la MINKA, esto consiste en que todos trabajan la chacra de uno, luego todos la chacra de otro, es decir: “hoy por ti, mañana por mí”
ROBERTO PALOMINO
Embajador de la cultura quechua
Yo le supliqué a mi padre para que me haga estudiar.”
¿Cómo fue que comencé a estudiar?
Recuerdo que en esos meses que no estudié, para 28 de Julio fui al pueblo con mi tío y vi a mis compañeros desfilando y me decía: cómo no estoy ahí marchando, entonces mis lágrimas se me salieron. Mi tío me vio llorar y me preguntó: ¿qué pasa?, yo le dije que me dolía la muela. Llegué a mi casa y le conté a mi mamá, porque me sentía muy triste, entonces ella convenció a mi papá para ponerme a estudiar y comencé a estudiar en agosto en un colegio particular y al año siguiente me matricularon en un colegio estatal.
Cuando terminé secundaria: “ya, para qué más, ahora sí a trabajar”- dijo mi papá; pero una vez más logré salir adelante. Me enteré que había un examen para dar 30 becas para estudiar en la Universidad de Educación y de 500 que dimos el examen, sólo 30 ganaron las becas y yo fui uno de los treinta que se ganó una beca para venir a la universidad.
Tenía mucha alegría cuando entré a La Cantuta, antes miraba mi vida para atrás y me daba mucha tristeza, pero ahora ya no me siento triste cuando miro atrás.
Ahora mi padre me da mucha fuerza para seguir adelante y dice que yo soy la única esperanza.
Ahora que termine de estudiar regresaré a mi pueblo para enseñar con amor y respeto a los niños. Cuando regrese a mi comunidad lo haré con mucha alegría.
Me siento muy orgulloso, pues de mi promoción soy el único universitario, y con mucha pena digo que mis compañeros que alguna vez vi desfilando en fiestas patrias cuando yo no estaba estudiando, están hoy trabajando en el campo porque no han podido terminar de estudiar o continuar sus estudios universitarios.
Me siento contento también porque soy hablante quechua, tengo chacras de cultivo y en cualquier momento que quiero cojo una fruta o una verdura para comer.”
ZHENIA QUECARA TICONA
Embajadora de la cultura aymara
los niños de mi comunidad se levantan también muy temprano, para ayudar en los quehaceres en la casa alimentando a los animales luego tomamos desayuno y nos trasladamos al colegio que es muy lejos de las comunidades donde provenimos, en su mayoría los niños estudian en el camino por que ya no queda para estudiar en la casa pues regresando del colegio nos espera otras cosas quehacer en la chacra las mujeres tenemos otro rol distinto al de los varones nosotras ayudamos a nuestras mamas a preparar las comidas y a cuidar a los hermanos menores y en el deshiervado de los sembrios.
Yo me siento orgullosa de pertenecer a la cultura tiahuanaco de un arte incomparable, me siento orgullosa de los paisajes de mi tierra, de las maravillas de la naturaleza por que en ella se encuentra todas las medicinas para curarnos, nos da los alimentos que necesitamos para vivir sanos y sin pasar hambre.
JAIME VARGAS TIPULA
Embajador de la cultura aymara
En mi tierra nos levantamos a las 3:00 a.m. todos los niños a partir de los 5 años junto a sus padres para ir a sembrar y tenemos que hacerlo muy rápido. El trabajo que se hace es de acuerdo al tamaño y a la fuerza de cada uno. Los niños tienen su propio trabajo. Los animales, son criados para determinado tipo de trabajo, no son criados por criar.
Los niños que están en edad escolar tienen que ir a la escuela. Los niños son instruidos desde los 5 años de edad, de esta manera pueden reemplazar a sus padres cuando sea necesario.
Para ir a la escuela vamos por caminos muy difíciles. Tenemos que caminar durante 2 horas y como muchas veces no tenemos tiempo de estudiar en casa, estudiamos en el camino a la escuela.
En mi comunidad el que es más viejo es el más respetado, pero si se ha portado mal no tiene derecho a nada. En mi comunidad los viejos ordenan el tipo de castigo que se dará a los que se portan mal.
Los principales valores de mi comunidad son:
JAN JARAYTI
Quiere decir: No seas flojo. En mi tierra, el que no trabaja, el que es ocioso no come. El flojo es mal mirado, su familia es criticado y a veces es expulsado de la comunidad.
JAN LUNTHATANI
Quiere decir: No seas ladrón. El ladrón es castigado y si no cambia le dan castigos muy fuertes.
JAN Q”HAMAQ”ENTE
Quiere decir: no sea mentiroso. El mentiroso es castigado por toda la comunidad con latigazos.
JAN UÑISIRNTI
Quiere decir: no seas envidioso. Al envidioso a la gente no le agrada, nadie lo quiere, la gente lo va dejando de lado. En mi comunidad todos comparten todo.
Cuando llega algún desconocido, es bien recibido y hospedado en nuestras casas, a veces lo hospedamos hasta en nuestro propio cuarto.
En mi pueblo todos los niños y jóvenes trabajan.
LUCY INUMA
Embajadora de la cultura ashipibo
Todo lo que tengo puesto ha sido hecho por mi mamá. Nosotros mismos hacemos nuestra ropa. Los pintamos con tintes naturales que salen de las plantas.
En mi pueblo todos son muy unidos, comemos juntos, jugamos juntos. Los niños desde pequeños se van entrenando para tener buena puntería. Juegan a disparar flechas a un blanco fijo desde 3 mts., los mas pequeños, los mas grandecitos desde 5 mts. Los mayores pueden disparar flechas desde 30 metros.
Nosotros conocemos mucho de la naturaleza, tenemos hierbas curativas, desde pequeños, nuestra mamá nos dice qué hierba debemos utilizar para curarnos, así vamos aprendiendo. Les cuento , por ejemplo que cuando alguien se fractura un hueso, echamos cebo de boa negra, frotamos durante una o dos horas el sitio afectado, lo envolvemos con corteza de un árbol especial y en menos de una semana está curado y hasta parece que el brazo fracturado se ha vuelto mas fuerte.
Yo me siento feliz y orgullosa de ser shipibo, tenemos mucho que enseñar al mundo, tenemos muchos conocimientos que la mayoría desconoce y somos gente muy solidaria.
SHIJAP DINIG KING
Embajador de la cultura awajún
Cuando llegué a la universidad, hace dos años, no sabía hablar el castellano.
Muchos piensan que el Perú es Lima y se olvidan de que hay pueblos nativos.
El Awajùn es guerrero y valiente.
En mi pueblo, antes que los padres levanten a sus hijos tienen que entonar un canto.
Los padres enseñaban a sus hijos a preparar el ajabaca, a hacer una canoa, a cazar y también cómo hacer para tener más fuerza. Muchas veces en base a estos saberes se hacía competencias y el que ganaba tenía derecho a quedarse con la chica por quien competían. Los padres también enseñan a sus hijos cómo hacer para cortejar a las chicas. Si el joven cumplía con todas las recomendaciones del padre y además si sabía hacer canoas, cerbatanas, cazar y respetar a los demás, entonces estaba listo para casarse y ser un líder del pueblo awajún. El joven awajun sólo puede hablar con una chica a partir de los 18 años. Si es que un joven awajún esta caminando por el monte y escucha la voz o el canto de una mujer, entonces tiene que esconderse, porque si la llega a ver y conversaba con la chica ya no era respetado por nadie. Muchas veces la chica awajun usaba un collar con un aroma exquisito, y si el varón awajun lo sentía este aroma se sentía atraído por la chica y no podía evitar conversar con ella y si conversaba con ella, ya no era respetado por nadie. Es por eso que el awajún tenía que mantenerse lejos de la mujer, por lo menos hasta los 18 años.
En mi pueblo, si una chica no sabía cocinar, no sabía hacer nada y encima era una ociosa no tenía derecho a casarse.
Una mujer awajún para casarse tenía que tener entre 25 y 30 años
Parte de la educación awajún era enseñar a sus hombres a ser buenos guerreros.
En la actualidad el pueblo awajún está olvidando su cultura, está tomando más la cultura occidental.
Cuando llegó la educación a mi pueblo es que se fueron perdiendo sus costumbres.
Yo me siento orgulloso de mi pueblo, porque ahí no hay hambre, no hay gente que pide limosnas, no hay ladrones. También me siento orgulloso porque hablo 2 lenguas, el awajún, mi lengua materna, el castellano y ahora estoy aprendiendo una tercer lengua, que es la lengua quechua.
RAFAEL TORINO
Embajador de la culura shipibo
“El despertar de la comunidad son los pajaritos y gallos. No hay relojes en mi comunidad. A los niños se les despierta muy temprano para que vayan al río a bañarse (en la madrugada). Tienen que bañarse muy temprano para cargarse de energía positiva y así tener fuerza para el trabajo del día.
Recuerdo, cuando era niño, saliendo del colegio, todos los niños nos íbamos al río a bañarnos totalmente desnudos. Allá en mi pueblo, los niños a los dos años de edad ya saben nadar, nadie les enseñan, solitos aprenden.
En mi pueblo se come sólo dos veces, el desayuno a las 9:00 a.m. y el almuerzo a las 3:00 p.m.
El menú diario generalmente es la patarashca o pescado asado. No se usa nada de condimento, solamente sal. Comemos mucho pescado frito, que se hace con la misma manteca del pescado. Toda la comunidad come junta. Los hombres hacer un círculo para desayunar, las mujeres otro círculo, los jóvenes otro círculo y los niños otros. Ponemos todo para compartir. Luego unos se van a cazar, otros a pescar o a la agricultura y en la tarde cuando regresamos de nuestras actividades, nos vamos pasando la voz para comer, como siempre todo el pueblo junto. Si alguno no ha logrado pescar o cazar mucho , no nos hacemos problemas porque nosotros todo lo compartimos. Allá no tenemos mesa. En el suelo ponemos una manta. Una vez que terminamos nuestro desayuno todos se van a trabajar. En muchos casos los niños desde los 8 ó 9 años comienzan a buscar el pan diario para su familia. Nuestras casas están construidas de madera, el techo se hace con hojas de palmera, la lluvia no penetra porque la hoja es muy gruesa. El piso está hecho de una madera muy parecida a la palmera.
En mi pueblo las casas no tienen puertas ni ventanas.
Me siento muy orgulloso de mi comunidad, para mí es un paraíso, no hay pobreza, mendigos, ni hambre. Me siento muy orgulloso de ser shipibo.”